26-01-2017
A las cinco
de la mañana no se qué animales son pero menudo griterío. Han despertado a todo
el resort y ha empezado todo el mundo a alborotar. Peor que las gallinas. Luego
ya me ha costado dormirme. Me voy a desayunar temprano que he quedado a las
nueve para el buceo. Huevos fritos y un batido natural de chocolate.
MI CABAÑA EN EL RESORT ARPITA
Me vienen a
buscar al hotel y cuando llego al centro de buceo ya tengo todo preparado. Voy
yo solo con un instructor, Jonathan, y como no se casi inglés apenas le doy
conversación. Más o menos voy entendiendo lo que me dice. Hoy las inmersiones
las haremos desde playa. El sitio está a unos 100 metros del centro. Me llevan
el jaquet con las botellas. Yo solo llevo los plomos, aleta y mascara. El lugar
está plagado de buceadores, todos haciendo el curso de open wáter. El sitio es
idílico entre los manglares. La blanca
arena, los cambiantes colores del agua y los árboles que asoman sus raíces por
encima del agua formando una maraña impenetrable de fantasmagóricas formas,
hace que se eleve el espíritu y que me
quede maravillado contemplando su belleza. Me encantan estos árboles. Algunos
tienen pocas raíces pero en otros se cuentan por decenas entrando y saliendo de
la arena en curvas que se elevan bastante altas y forman intrincados
laberintos. Con la mara alta estas quedan sumergidas pero con la marea baja se contemplan en todo
su esplendor.
NUDIBRANCH
ESTE CABRON NO HACIA MAS QUE MORDERME
Me traen el
equipo y me ayudan a ponérmelo que pesa lo suyo. Hoy vamos a salir a pie de
playa. La arena está salpicada de piedras que en la parte en la que se ha retirado
el agua es fácil andar entre ellas pero cuando estas quedan sumergidas, con el
peso del equipo es muy fácil tropezar,
desequilibrarte y caerte. Es un excelente ejercicio de habilidad. Cuando
dice el dive master me pongo las aletas, inflo el jaquet y nos adentramos mar
adentro aleteando de espaldas. El buceo de hoy es baste flojete. No es una zona
especialmente bonita. No hay mucha vida y los corales son escasos. Vemos un
nudibranqueo. Es la primera vez que veo uno. Son diminutos. Yo pensaba que serían
más grandes y aun cuando me lo estaban señalando me costó verlo.
Hubo un pez
que la tomo conmigo. Me mordió tres veces. La primera me dio un buen susto. Se
me quedaba mirando y luego iba por detrás y cuando no lo veía me mordía en la
pierna. También vi algunas anemonas con
los típicos peces nemo que siempre son un espectáculo de ver. Aquí hay pocos
corales y poca vida. Espero que mañana que vamos en bote sea mejor.
CUIDADO CON LOS COCODRILOS
AUTOBUS PARA IR A LAS PLAYAS. 10 Rs
Que bonito Rafa, y que bien redactado,escribe un libro, son unas aventuras fantasticas.
ResponderEliminarGracias Juani. El libro ya esta escrito :)
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