: "". azuarinos de aventura

VIAJE A LA INDIA

22-01-2017


Nueva aventura. Esta vez vuelvo a mi amada India, concretamente a las islas Andaman para bucear, a Bombay y a la zona sur si me queda algo de tiempo. Me pasó una putada al sacar los billetes de avión a las islas. Resulta que llego a Chennai el domingo a las tres de la tarde y me saco el billete para volar a Andaman a las dos de la madrugada, pero… ¡no me doy cuenta que esa hora ya es lunes y me lo saco para el domingo! ¡¡Desastre!! Me sale más caro cambiarlo que sacar otro nuevo, 100 euros a la basura. Y justo el día de antes de irme se me rompe el móvil. Otros 100 euros más. Espero que cambie mi suerte sino esto puede ser épico.


Este año me iba a ir sin mirar si necesitaba vacunas, pues en el centro de vacunación internacional solo están por la mañana y yo por la mañana trabajo, como mucha gente. Es una vergüenza que no abran por lo menos un día por la tarde para los que no podemos ir en otro momento. Pero resulta que una semana antes de la partida me ha dado un lumbago que no me puedo ni menear y he estado una semana de baja, por lo que me he podido acercar. Me da el lumbago un poco más tarde y me fastidian las vacaciones. Solo me han dado para la malaria, y me mandan al médico de cabecera para que me haga la receta. Otra vergüenza más. Me dan cita para dentro de una semana que ya estaré en India. Al final, después de mucho insistir me dice que espere, que si la doctora tiene un hueco ya me llamara. Espero una hora sin que me llamen y me voy que tengo cita con el dentista. Hare como siempre, bien de repelente, ropa larga y clara y… ¡suerte!

DORMITORIO COMPARTIDO

Como siempre me preparo la mochila a última hora. Son las once de la mañana y no tengo nada preparado y el autobús a Madrid sale a las dos y veinte. Llego a tiempo a la estación por cinco minutos. ¡Eso es apurar! Los dos aviones que tengo que coger salen con retraso. El primero hasta Delhi ya me lo habían dicho hace días. El que va a Chennai es sorpresa, sale dos horas más tarde. No hay películas en español en el avión, menos mal que tengo mucho sueño y me duermo enseguida. Aun así no se descansa bien.
Me he sacado la e-visa. O sea la visa a través de internet. Esto es una ventaja porque si no hay que mandar el pasaporte a Madrid y te evitas muchas molestias. Además así sale más barata. Eso sí, casi te preguntan hasta como cagas. Dos horas para rellenar todas las preguntas que hacen. Muchas de ellas no me explico para que quieren saber eso. En un par de días te mandan la confirmación de la visa, que hay que imprimir para mostrarla allí. La e-visa no es válida para todos países ni para todos los aeropuertos. Hay que asegurarse antes. Al ir a facturar la maleta me piden la confirmación de la misma. A la llegada a India hay un cartel que te manda a una ventanilla aparte donde te sellan el pasaporte con esa visa. De allí me voy a por la mochila. Huele a desodorante que mata. Como no lleva tape se ha debido apretar y se ha vaciado entero. Y el tape de la espuma de afeitar también se ha roto y me ha llenado el neceser de espuma.
Llevaba idea de coger el metro e irme a un hotel porque el avión a Andaman me sale a las doce del día siguiente pero descubro que hay un restroom en el aeropuerto. Por 700 Rs (unos diez euros al cambio) puedo dormir en un dormitorio compartido. Un pelín caro para ser un dormitorio compartido pero así me evito el tener que buscar por la ciudad y dar vueltas como un tonto. Lo primero es sacar dinero. Lo intento en unos seis cajeros y no hay manera. No me dan dinero en ninguno. Pero no es por culpa de mis tarjetas porque me fijo que le pasa a más gente. Al final tengo que cambiar. No me gusta cambiar en el aeropuerto porque el cambio suele ser muy desfavorable. De hecho el cambio está a 70 Rs euro y me lo hacen a 58.
Esto está lleno de mosquitos. Me he traído Malarone que es para la malaria. Cuento a ver si me llegan las pastillas por lo menos para mi estancia en Andaman pero no. Tengo pocas. Las guardaré por si me diera la malaria. Al revisar el medicamento me llevo una agradable sorpresa. ¡Me encuentro 40 euros! Serán de algún otro viaje que se me olvidaron allí.

Con esto del jet lag son las cuatro de la mañana y no puedo dormir.


BARRANCO BERGAZO

08-01-2017


Me levanto y me abrigo para salir de la caravana. Hace mucho frío como para prepararme unos huevos fritos por lo que opto por unas magdalenas. El coche me marca 5,5 grados bajo cero. Un poco mas de calor que ayer. He quedado con el resto en fiscal para hacer el barranco Bergazo, a ver si lo pillamos con formaciones de hielo.
Desde fiscal, por el camping, cogemos el camino que va a dirección a Bergua. Sin entrar al pueblo dejamos el coche al lado del camino que esta en buenas condiciones. Nos cambiamos aquí. Algunos optamos por abrigarnos un poco y los valientes van en bañador. Hace bastante frío aunque solo es cuestión de tiempo que caliente el sol. Cruzamos el pueblo en dirección a las pasarelas del Forcos que cruzaremos y cogeremos el camino que lleva a Escartin. Hay carteles que marcan la dirección por lo que de momento es difícil perderse. Nosotros en vez de empezar desde el principio que no tiene mucho interés optamos por entrar mas adelante. La senda en las partes sombrías esta llena de cristales de hielo muy espectaculares. Luego, en las zonas de sol, el hielo desaparece.





Reseña de la pagina http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos1/bergazo.htm

OPCIÓN: Entrada directa a la parte engorgada. Si queremos evitar la parte inicial del barranco, abierta y de menor interés, entraremos desde una senda que parte de una curva de la PR117 antes de llegar a la población de Escartín. En una curva muy marcada a la izquierda con la señal de PR en ángulo (mojonada), sale un sendero fácil de seguir unos 20 m hasta un mirador y luego va siguiendo la curva de la ladera sin perder cota. Desde el mirador el camino (sin balizar) aparece bastante vestido de vegetación en algunos tramos. Esta senda, ganando un poco de cota, nos lleva hasta un camino empedrado en desuso. Siguiéndolo, llegaremos a un derrumbe del camino, que sortearemos y volveremos a subir para volver a tomar el camino que nos lleva hasta el cauce, dejándonos cerca de la cabecera del rápel 4. 


La senda esta muy desdibujada y nos guiamos por el GPS que lleva Miguel Angel. Aun así eso no nos evita el jabalinear y comernos zarzas, pinchos y demás armas mortales que la naturaleza ha dispuesto para poner las cosas difíciles a los desdichados barranquistas que se atrevan a desafiarla. A algunos le van apareciendo finas marcas rojas en las piernas que aumentan con el paso de los minutos. Mariano acaba con las piernas en perdición. Parece que le ha atacado una gata salvaje. Y Marta acaba con un fino arañazo cruzandole la mejilla. Por fin llegamos al barranco. Aprovechamos que ya empieza a subir la temperatura para comer antes de cambiarnos. Frutos secos, fuet, chocolatinas e incluso.. ¡una cerveza que saca Jose! El cauce esta helado y los crampones se vuelven imprescindibles. 





El barranco esta precioso aunque apenas tiene formaciones de hielo. El cauce esta helado y los destrepes son delicados y tenemos que tener mucho cuidado. La capa de hielo es bastante gruesa y podemos pasar por las poza sin que se rompa el hielo y evitar mojarnos. De vez en cuando se nos rompe alguna y aprovechamos para echar guerras y tirarnos enormes trozos de hielo para salpicarnos. En una de las pozas vemos unas fascinantes formas debajo del hielo. Son burbujas que se han congelado. Espectaculares. De vez en cuando aparecen bellas estalactitas de hielo aunque en pequeñas cantidades. Hay un rapel con una preciosa poza verde debajo que hace las delicias a los ojos. Como el agua está helada el agua está completamente en calma y transparente. llegamos a un pasillo en ligera rampa descendente sin ninguna piedra. Decidimos hacer un tobogan, sin talento ni conocimiento porque el pasillo acaba en un rapel de 17 metros. Se ponen Miguel Angel y Mariano para pararnos. Lo que no habíamos contado es..  ¡que llevamos puestos los crampones! Con lo que eso de pararnos se puede complicar un poco. Yo acabo parando en unas piedras. Es super divertido. Nos quedamos con las ganas de repetirlo pero lo dejamos a ver si nos vamos a ir para abajo. 





De momento apenas nos hemos mojado en una poza y los pies de vez en cuando. Aun así los pies los llevo helados. Llegamos al barranco Forcos y aquí si que hay una gran y preciosa formación de hielo en una de las paredes. Algunos quieren seguir adelante por el barranco y otros salir ya por el camino porque estamos helados. Al final se opta por seguir. Aquí si que se han acabado las pozas heladas. y nos tenemos que meter hasta el cuello. Ya hace un rato que nos hemos quitado los crampones y salvo algún destrepe con un poco de hielo, que bajamos con cuidado, ya no nos hacen falta mas. Ahora si que tengo frío de verdad. El dedo meñique casi ni lo siento. Hay arboles con las ramas a ras del agua en los que se ha acumulado el hielo dandoles bellas formas acampanadas. Tenemos que hace algún salto muy a mi pesar y es tocar el agua y ponerme a nadar a toda velocidad para salir. Hemos tenido suerte con el tiempo porque hace un día muy bueno. Estaremos a unos 10 grados. Lo malo es que ya se ha ido el sol y eso se nota mucho en la temperatura. 
A la vuelta me quito los guantes de neopreno y me caliento las manos. Me duelen al descongelarse pero poco a poco voy recobrando la sensibilidad. Unos mastines nos vienen a recibir en el camino de vuelta. Menos mal que hay una valla porque uno le pega un bocado a la valla que da miedo. 
Ya al coche, a Fiscal y al lado de una estufa, con unas cervezas y un pincho de tortilla, nos relajamos después de esta gran aventura. 




GRUTA HELADA DE SOASO

07-01-2017  


Ya llega la primera cueva del año y para ir a consonancia con el clima nos metemos a una gruta helada, de las que ya quedan pocas en el pirineo. Vamos una buena cuadrilla del club Pirineos, dieciséis personas en total. Cuando he salido de Morillo de Tou para venir aquí hacía ocho grados bajo cero pero afortunadamente cuando ha salido el sol ha subido la temperatura hasta el punto de que hemos pasado bastante calor en la aproximación. Desde Linas de Broto se coge una pista cerrada con una cadena. Con permiso y las llaves se puede subir con el coche un buen trozo y te quitas una buena pateada. Aun así, desde donde se puede dejar aun nos quedan mas de 700 metros de desnivel hasta la boca. Algunos llevamos puestos los monos desde el coche y esto, sumado a las fuertes rampas, hacen que la sudada y el calor sean importantes. El día es esplendido al igual que las vistas que se extienden a nuestros pies y que nos deleitan nuestros sentidos.



Poco a poco en la subida se van haciendo varios grupos en función del estado de forma de cada uno. Así cuando lleguemos a la gruta lo haremos escalonadamente y no habrá atascos. A mitad de camino ya se puede apreciar la entrada a la cueva en el farallón que queda encima de nosotros a nuestra derecha. Vemos claramente la grieta, que rompe la pared,  de unos veinte metros de altura y que hay que remontar para llegar a la boca de la cavidad. Para ser enero hay muy poca nieve. Se alternan los claros y la nieve y hasta que llegamos a la pendiente final que nos conduce a la grieta, la podemos obviar. Al poco de empezar la pendiente nos tenemos que parar a ponernos los crampones que la cosa empieza a ser un poco peligrosilla para ir sin los mismos. Y así llegamos a la grieta. Hay una cuerda para ayudarnos en la subida pero la mayor parte esta enterrada en la nieve. Vamos subiendo con cuidado y sin mas problemas llegamos arriba.




En la boca de entrada vemos varias bonitas formaciones de hielo. Hay que tener cuidado con el suelo que esta helado aunque no lo parezca. De echo algunos nos pegamos buenos patinazos sin llegarnos a caer. Aquí nos quitamos los crampones y para adentro. La boca es muy amplia de varios metros de altura pero pronto nos tenemos que agachar para continuar. Por encima también tiene continuidad pero no esta montada la cuerda y es mas rápido y seguro ir por abajo. Toda la cueva esta instalada por lo que superar los obstáculos es bastante fácil. Primero hay unos pasamanos que se superan sin problemas. Luego llegamos a una rampa después de la cual hay un pasamanos que salva una galería desfondada. Hay que esperar a que el otro acabe el pasamanos porque la rampa esta llena de piedras sueltas que nos acompañan rodando en nuestra bajada y serian peligrosas si se pusiera alguien debajo. A continuación se llega a otros pasamanos que finalizan en un rapel guiado. Te deja un poco alto pero haciendo contraposción entre las dos paredes te puedes soltar sin problemas. Y por fin la sala final a la que accedemos por otro rapel guiado. Yo no me he dado cuenta que es guiado y me han tenido que tirar de la cuerda para alcanzar la lengua de hielo que tenemos a nuestros pies.



Yo me esperaba ver formaciones de hielo a lo largo de la cueva pero no había ni una, ni siquiera un poco de hielo. En la sala final si que hay una gran lengua de hielo pero por lo que dicen los que han estado anteriormente en la gruta, esta muy disminuida. La verdad es que esperábamos pasar frío dentro de la cueva y a sido todo lo contrario. Y de echo las paredes se estaban derritiendo. Lo primero ponernos los crampones porque esto es hielo puro y resbala que da gusto. Luego vamos debajo de la lengua mediante un pequeño rapel y nos dedicamos a intentar sacar alguna foto decente del hielo. Cuando acaba de bajar el último, empezamos a retornar los primeros mientras les dejamos que disfruten ellos del hielo. Aunque la cueva es totalmente lineal y aunque parezca mentira nos perdemos. Llegamos a un punto que no nos suena nada y siguiendo hacia adelante llegamos a la boca de la cueva ¡pero por arriba! Y como no hay nada instalado no podemos bajar. Retrocedemos y no hay manera de encontrar el paso. Al final era por un agujero que visto de frente parecía ciego y no se ve el paso hasta que te asomas.



Conforme vamos llegando echamos un bocado y para abajo. Nos queda poco de sol y nos tenemos que dar prisa. Las montañas nevadas con los tonos rojizos del anochecer nos alegran el alma y se suman a la satisfacción y la alegría que llevamos encima por el esplendido día que hemos pasado. Cuando llegamos a los coches nos encontramos una mochila en medio de todos ellos. ¡Alguien se la ha olvidado esta mañana! Menos mal que pasa poca gente por aquí. El ultimo grupo llega al coche de noche. Ahora una buena cerveza en "el ultimo bucardo" en Linas, una foto de grupo y a descansar que nos lo hemos ganado.


    foto de Miguel Anguel

CUEVA AJO Y AGUA, CALCENA

31-12-2016


Estamos ya en el ultimo día del año y para acabarlo bien que mejor que una cueva. Este año voy a celebrar la nochevieja con la gente del club de montaña, en el pueblo de Calcena. Hace menos de un año que me junte con este maravilloso grupo pero parece que nos conociéramos de toda la vida. Ha sido un año muy intenso, con un montón de actividades, de fiestas y de comilonas, he conocido a gente fantástica y me lo he pasado pipa. Y que mejor que acabar el año con ellos.


En Calcena hace un frío que pela. Tenemos pensado hacer cuevas y escalar. Decidimos ir primero a la cueva mientras se calientan un poco las paredes. Viniendo hacia aquí había muchísima niebla pero, por fortuna, llegando al pueblo se ha ido disipando. Para llegar a la cueva aparcamos el coche en un puente a 1 kilómetro de Calcena dirección a Oseja. Cruzamos el puente y cogemos un camino a mano derecha. Seguiremos por él unos 200 metros hasta una barranquera y pasada la barranquera encontraremos la cueva en la primera pared a nuestra izquierda. Recorremos la pared entera sin encontrar la boca de entrada. Yo me pego un castañazo bueno al resbalar en una piedra, afortunadamente no me hago mal. La escarcha cubre el suelo y los arbustos lo que los hace muy resbaladizos. Mirando la foto que sale en el libro que llevamos, la entrada es un agujero que habíamos descartado por parecernos demasiado estrecho.






¡Y allí que vamos! Yo entro primero. El agujero es ciertamente estrecho y va a parar a un destrepe de metro y medio. El problema es que sales de cabeza del agujero y tienes que hacer contorsionismo para pasar las piernas y hacer el destrepe. Me quedo allí para ayudar al resto. Es la primera cueva de Miguel y Adriana y la segunda ( y no se si la volveremos a convencer) de Sonia. Porque  ademas la cueva esta llena de arañas bastante hermosas y parece que no le hacen excesiva gracia.
Va pasando la gente unos con mas arte, otros con mas gracia y sobre todo, con una sonrisa y algunos encanados de risa. Conforme van superando el obstáculo se van introduciendo en la cavidad. Es muy corta y no tiene ninguna dificultad por lo que no hace falta ir juntos. Mas adelante hay otro estrechamiento en el que hay que hacer un giro de caderas pero muy facilico. Al final se llega a una sala en la que, sobre una piedra, hay figuras de barro que ha hecho la gente que entra a la cueva. Podemos observar un cerdo, un seta con la rana Gustavo encima etc.... Nosotros contribuimos con un muñeco de nieve que es lo propio de estas fechas. Desde esa sala parte una gatera un poco larga llena de barro. Ahí que se han metido tres valientes chicas... y que salen con barro hasta las cejas. Hay tanto barro que cuando te paras un rato sobre el, el pie te hace succión. Desde aquí ya solo queda volver a la entrada y salir por el agujero, tarea mas fácil que entrar. Y con una sonrisa de satisfacción dibujada en nuestras caras nos vamos a escalar, pero eso ya es otra historia...





JETI OGUZ, KIRGUISTAN EN BICICLETA

08-10-2016  


Karakol - Jeti Oguz   kilómetros: 67,79   tiempo 3:50:37


Antes de vender la bici hay un par de excursiones que quiero hacer. Una de ellas es a Jeti Oguz, también llamado "seven bulls"  Salgo de Karakol por donde entre. Osea, trafico de mierda y mala carretera. Lo bueno es que esta vez no llevo alforjas y no me resultan tan incómodos los baches. Me siento super raro al no tener el peso pero anda que no se agradece. Cuando llevo 7 kilómetros, ¡pinchazo! Se va el aire de la rueda en un momento. Voy a cambiar la cámara y... ¡¡desastre!! Se me han olvidado los parches y solo tengo una de repuesto. Jeti Oguz está a 30 kilómetros de distancia y como pinche a esa distancia a ver como vuelvo. Me estoy un rato pensando si seguir o no. Al final me decido, espero no arrepentirme.

 "CORAZON ROTO"



A 17 kilómetros viene el desvío, bien marcado por un gran cartel. Aprovecho una tienda que hay haciendo esquina para comprar unas patatas y algo de beber. Esta carretera ya es muy tranquila. Apenas pasa algún coche ocasionalmente en dirección a un pueblo que hay mas adelante. Pedaleo sin prisas, disfrutando del paisaje y de la paz y tranquilidad que se respira en el aire. Llego a una montaña partida por la mitad como si le hubieran metido un tajo con una espada. Le llaman el "corazón roto" por su similitud a uno. Al otro lado del mismo aparecen los "siete toros", unos preciosos acantilados de arenisca rojiza. En 1975 se declararon monumento natural para facilitar su protección. Cuando el sol se refleja en ellos son una maravilla para la vista. Me paso buen rato deleitándome con su contemplación.




Otro día aprovecho para ir con la bici al valle de karakol. El día no acompaña. Amanece con una llovizna ligera que poco después se para pero el cielo esta muy cubierto y amenaza lluvia. De todas formas decido intentarlo porque este sitio es el ultimo que me queda para ir con la bici y me interesa poder ponerla a la venta lo antes posible. Hay una garita a la entrada del valle en la cual hay que pagar para poder entrar al mismo. El camino es bastante malo y de haber venido con las alforjas habría tenido que renunciar. Cuando estoy a mitad de camino de donde quería ir me doy la vuelta. no me acompaña el día y estoy cansado.



Aprovecho los días de Karakol para hacer turismo. Visito el mercado de ganado del domingo, que es donde la gente vende sus animales. Esta hasta arriba de gente. He puesto un cartel en la bici de se vende y me paseo por allí con la esperanza de que alguno la quiera. Uno me pregunta y se reúne un grupo de gente pero me parece que as que interesarles lo que quieren e tomarme el pelo. Me doy vueltas por la ciudad mostrando el cartel. Un par de personas me preguntan y se quedan un ben rato pensando pero no hay manera. Me voy a un bar al que voy todos los días a tomarme un batido natural de chocolate que preparan buenísimo. Cuando cojo la bici para irme sale la chica que lleva el bar interesándose por la bici. Llama a un hombre y se la dejo para que la pruebe a ver si esta todo bien. ¡¡Le interesa y se la queda!! Menos mal. Ya empezaba yo a desesperar. Me costo 300 euros y la he vendido por 136. Ha hecho buena compra. De aqui ya me voy para Bishkek donde paso aburrido los días hasta partir a España.


 SE VENDE. ¡¡MITAD DE PRECIO!!

 PANES EN EL MERCADO


Me ha hecho unas temperaturas maravillosas todo el viaje. El último día paso de ir de manga corta por la mañana a nevar por la noche. Una bajada de temperaturas brutal. Voy a ver el jardín botánico pero esta cerrado y solo lo puedo contemplar desde fuera.