16-08-2016
Diego y Silvia quieren celebrar su décimo aniversario haciendo un barranco todos vestidos como para una boda. Lo que no saben es que... ¡¡vamos a celebrar la boda de verdad!!
LOS NOVIOS
Aunque la idea salio hace meses, la han ido posponiendo en el tiempo y nos han avisado solo con dos días de antelación, yo creo que para que no nos diera tiempo a prepararles nada. Lo que no saben es que ya lo habíamos pensado nada mas decirlo la primera vez, por lo que ya estaba todo pensado. Lo único que casi no hemos tenido tiempo de preparar bien las cosas, como por ejemplo el disfraz de cura, que lo hemos tenido que improvisar con una bolsa de basura.
LOS INVITADOS
Lo primero que se encuentran cuando se despiertan es el coche decorado con lazos de papel y con unas latas de cerveza atadas al tubo de escape. Nos ponemos todos guapos con nuestras camisas, corbatas y pajaritas. Eso si, con pantalón corto y sandalias lo que hace un conjunto muy mono. Las chicas, muy originales ellas, van con unos tutus que mas parecen bailarinas de ballet que asistentes a una boda, chaquetas y complementos varios. El novio va a buscar a la novia a la puerta de la caravana mientras les cantamos la marcha nupcial. Y por fin sale de la caravana haciéndose esperar como toda novia el día de su boda. Ella lleva un vestido blanco, largo, con un chaleco vaquero con un ramo de chuches y el lleva una pajarita naranja con una camisa blanca, un gorro negro y unos pantalones cortos azules. Después de un besico y las fotos pertinentes nos ponemos en marcha.
COMPRANDO CHAMPAN
La primera parada a alquilar material para los nuevos. Como no, un show tal y como vamos vestidos. El del alquiler ya esta acostumbrado porque ya nos ha visto ir disfrazados al barranco muchas veces pero la gente que pasa por la calle se nos queda mirando con cara de sorpresa. Entre tutus y pajaritas somos todo un espectáculo. Desde allí nos dirigimos a la localidad de Fanlo que es donde empieza el barranco. Antes de nada unos brindis con champan y unos cuantos "vivan los novios" ante la mirada atónita de viandantes y conductores que pasan por al lado nuestro, nos amenizan mientras esperamos a los que faltan por llegar. Nos armamos con nuestras mochilas y allá vamos al barranco.
"PASMAOS" SE QUEDAN LOS QUE PASAN CON EL COCHE
Nos equipamos con nuestros neoprenos y encima de ellos camisas y vestidos. ¡Que pinticas nos cantan! Me refresco en una poza mientras los mas lentos van acabando de equiparse. Después de la pertinente comprobación de equipos ¡ya estamos preparados para lo que se avecina! El barranco lo hemos elegido porque, para mi, es uno de los mas bonitos del pirineo. Es estrecho, con altas paredes que se alzan grandiosas vigilando nuestros pasos a través de ellas. La luz del sol apenas penetra entre ellas, dando lugar a fantásticos juegos de luces y sombras que hacen que abramos la boca asombrados de su belleza.
El barranco empieza con un pequeño salto para abrir boca. Seguidamente viene un rapel de 16 metros, que para los que no tienen experiencia, les hace subir la adrenalina. Los novios bajan a la vez dándose unas muestras de cariño. Hay otro grupo rapelando al lado que me parece que no se creen lo que están viendo. Vamos catorce personas al barranco, varias de ellas con poca experiencia y para uno su primera vez, por lo que ademas de boda hacemos "un bautizo". En la primera poza que se puede aguadilla a tope.
LOS NOVIOS
UN INVITAO
Llegamos el sitio en el que habíamos decidido hacer la ceremonia. (ya había tanteado el barranco dos días antes) Hay una piedra amplia en la que podemos poner el altar y enfrente un amplio espacio para los acompañantes. Mandamos a los novio que sigan adelante que ya les avisaremos. No se esperaban nada así que... ¡¡sorpresa!! Apilamos las mochilas y le ponemos un mantel por encima. Lo adornamos con flores de plástico y montones de velas encendidas. Yo, que voy a ser el cura, me ponco una bolsa de basura a modo de sotana. ¿¡Donde hemos metido el alzacuellos!? No lo encontramos e improviso uno con un trozo de papel y unas bridas. y ya estamos listos.
EL CURA, EL TESTIGO Y EL FOTOGRAFO
EL TESTIGO
Vamos a poner la marcha nupcial en un altavoz pero no conseguimos hacerlo funcionar así que todos a cantarla. Le decimos que vengan hacia nosotros. Se les ve muy nerviosos y eso que no saben lo que les espera. El grupo que llevábamos detrás han pasado y les han dicho que se preparen. Paso a paso y cada vez mas nerviosos llegan al altar que no se ve hasta que no llegas al lado. Les entra la risa cuando ven lo que les tenemos preparado. Le ponen una corona a Silvia y empieza la ceremonia. La ceremonia la tuve que bajar anoche de Internet aprisa y corriendo, escribirla en un papel y ponerle celo para que aguante el agua.
EL CURA Y EL TESTIGO
Primero les digo que nos hemos reunido para que renueven sus votos etc, etc.. Luego doy paso al testigo que lee un texto sobre amistad. Los novios están visiblemente emocionados y muy nerviosos aunque no somos capaces de hacer que suelten una lagrimica. Después del testigo les hago que se reciten una promesa. El que tenia los anillos se adelanta un poco al momento. Ahora si, vienen los anillos y el si quiero. Cuando le digo a Silvia si tiene el anillo me dice: ¡¡si el anillaco co!! Totalmente barrio bajera jajaja.
- Y con el poder que me confiere ser master del barranco yo os declaro ¡¡marido y mujer!!
¡¡Vivan los novios!!. Como aquí no íbamos a tirar arroz, tenemos una pistola de burbujas que hace las funciones. Abrazos y besos se suceden junto con las enhorabuenas.
¡QUE NERVIOS!
¡EL ANILLACO, CO!
¡Y YA ESTAN CASADOS! QUE VUELEN LAS BURBUJAS
Después de tan emotiva ceremonia seguimos con el barranco. Toboganes y fantásticos pasillos sinuosos se suceden sin parar. Yo he dejado el casco en un charco podrido para vestirme de cura y ahora huele a pescado podrido que no hay manera de quitarle el olor por mucho que lo lavo. Casi llegando al final tenemos un pequeño percance. Uno de los nuevos se ha agobiado al sumergirse en los toboganes y le entra un poco de ansiedad. Lo tranquilizamos y le damos un ansiolitico y en poco mas de diez minutos ya estamos todos fuera.
La novia hace como que tira el ramo de chuches hacia atrás y al final se lo da a uno en la mano, que en broma, le pide en matrimonio a la hermana de la novia ofreciéndole el ramo de rodillas. Pero las sorpresas aun no han acabado. ¡¡Les hemos comprado unos picardías para que hagan el retorno!! Y, por supuesto, nos cruzamos con mas gente. Quien dijo vergüenza.Una vez cambiados nos vamos al bar de Fanlo que es una maravilla las vistas que tiene. Tenemos la mala suerte que se pone a llover y nos tenemos que acurrucar en las sombrillas.
¡ESOS PICARDIAS PARA EL RETORNO!
UNA CERVEZA BIEN GANADA
Llegamos al camping y allí también han preparado sorpresas. Les hacemos bajar del coche a la entrada del camping e ir andando hasta donde tenemos las caravanas. Los críos también se han puesto lazos y pajaritas y les lanzan confeti al pasar. Un par de amigos también se han disfrazado con un picardias y una faldita corta. Están divinos. Les damos los regalos: un juego de cerámica que alguien tenia en casa y no sabia como quitarse de encima y un cerdito de hucha relleno. Como no nos han dado tiempo no hemos podido comprar regalo. A continuación el banquete. Un rancho muy bueno pero que por mucho que soples no hay manera de enfriar.
LAS AZAFATAS
EL SUPER REGALO DE CERAMICA
TODOS REUNIDOS
Y NO MENOS IMPORTANTE.. ¡EL BANQUETE!
¡¡Y fueron felices y comieron perdices!!