19-09-2016
Las vacaciones de este año tocan a Kirguistan. El año pasado, al volver de Jordania, salía Kirguistan en una de las revistas que hay en los aviones y me gusto lo que vi. Así que allí me dirijo a recorrerlo en bicicleta.
Como siempre viaje eterno en bus a Madrid y de allí cojo el avión que me hace escala en Turquía. Al mirar la puerta de embarque de mi avión me he equivocado y me he ido a la que no era. Resulta que había otra compañía que volaba a la misma hora a Bishkek. No me he dado cuenta hasta que le he dado la tarjeta de embarque al de la puerta y me lo ha dicho. Y no soy el único al que le ha pasado porque antes ya se ha ido gente corriendo aunque yo no sabía el porque. Miro la pantalla y no encuentro mi vuelo. Momento de pánico pensando que ya ha salido. Pregunto al que esta en el embarque de la otra compañía y me dice que es en la puerta 302 en la otra punta del aeropuerto y anda que no es grande. A correr toca porque en mi tarjeta pone que el embarque es a las 20:30 y son las 20:40. Según los carteles hay 16 minutos hasta la puerta 302. Al poco ya no puedo mas. Me tranquilizo y miro el billete de avión. Me sale a las 21:10 por lo que aun tengo tiempo de sobras. Ya voy mas tranquilo andando deprisa y llego sin novedad. ¡¡Que susto!!
Llego al aeropuerto de Manac a las seis de la mañana. Espero que pase la marabunta de turistas y a que se haga de día y me voy a coger un minibus. Encuentro el que quería a la primera, el bus 380, que me lleva al centro, Justo a la calle donde he cogido el hostel. Camino a Bishkek nos ameniza con canciones como bamboleo o la macarena. Enseguida encuentro el hostel, o mas bien la entrada del edificio. Me subo las nueve plantas andando, cargado hasta las cejas y no veo por ninguna parte la entrada del hostel. Bajo varias plantas y nada. Saco la guía a ver si pone algo, cuando oigo una puerta abrirse. Es el del hostel. ¡¡ Como para encontrarlo!! No he visto entrada tan cutre en toda mi vida de viajero. Nada hace adivinar que eso es un hostel. Menos mal que por dentro esta bien.
Como hasta las dos no puedo hacer el check in, dejo las mochilas y me voy a mirar tiendas de bicicletas.Los de las tiendas son bastante rancios. En la primera que entro hay alguna que esta bien pero se me va un poco de precio. En la segunda encuentro un en el precio pero no tiene portaequipajes. Venden uno y me asegura que se puede poner con discos de freno. Le digo que me la prepare para mañana que me la llevo. Dejo na señal y me voy a comer. Luego de vuelta al hostel a descansar que voy reventado. Hay un ascensor para subir que solo funciona con llave. Da bastante miedo.
Las vacaciones de este año tocan a Kirguistan. El año pasado, al volver de Jordania, salía Kirguistan en una de las revistas que hay en los aviones y me gusto lo que vi. Así que allí me dirijo a recorrerlo en bicicleta.
Como siempre viaje eterno en bus a Madrid y de allí cojo el avión que me hace escala en Turquía. Al mirar la puerta de embarque de mi avión me he equivocado y me he ido a la que no era. Resulta que había otra compañía que volaba a la misma hora a Bishkek. No me he dado cuenta hasta que le he dado la tarjeta de embarque al de la puerta y me lo ha dicho. Y no soy el único al que le ha pasado porque antes ya se ha ido gente corriendo aunque yo no sabía el porque. Miro la pantalla y no encuentro mi vuelo. Momento de pánico pensando que ya ha salido. Pregunto al que esta en el embarque de la otra compañía y me dice que es en la puerta 302 en la otra punta del aeropuerto y anda que no es grande. A correr toca porque en mi tarjeta pone que el embarque es a las 20:30 y son las 20:40. Según los carteles hay 16 minutos hasta la puerta 302. Al poco ya no puedo mas. Me tranquilizo y miro el billete de avión. Me sale a las 21:10 por lo que aun tengo tiempo de sobras. Ya voy mas tranquilo andando deprisa y llego sin novedad. ¡¡Que susto!!
Llego al aeropuerto de Manac a las seis de la mañana. Espero que pase la marabunta de turistas y a que se haga de día y me voy a coger un minibus. Encuentro el que quería a la primera, el bus 380, que me lleva al centro, Justo a la calle donde he cogido el hostel. Camino a Bishkek nos ameniza con canciones como bamboleo o la macarena. Enseguida encuentro el hostel, o mas bien la entrada del edificio. Me subo las nueve plantas andando, cargado hasta las cejas y no veo por ninguna parte la entrada del hostel. Bajo varias plantas y nada. Saco la guía a ver si pone algo, cuando oigo una puerta abrirse. Es el del hostel. ¡¡ Como para encontrarlo!! No he visto entrada tan cutre en toda mi vida de viajero. Nada hace adivinar que eso es un hostel. Menos mal que por dentro esta bien.
PUERTA DE ENTRADA AL HOSTEL
EDIFICIO DEL HOSTEL
ASCENSOR
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