04-07-2013
Hoy es el gran día ¡comienza la ascensión! Nos despiertan a las dos de la mañana y después de un desayuno frugal y un mate de coca para calentarnos, empezamos la ascensión. Hace bastante frío y como precaución me he puesto todas las camisetas que tengo. Encendemos los frontales y empezamos a andar. En cuanto llegamos al glaciar, nos ponemos la equipación completa y nos encordamos. Como a mi casi no me cabe el arnés y no me lo puedo poner por encima de la cazadora, seria muy incomodo encordarme al principio o al final , así que yo voy en medio,que solo me tengo que sujetar la cuerda con un mosquetón al arnés. El primero va Rusbel, el guía y el ultimo Dimiter.
Pasamos el primer trozo de hielo con mucho cuidado y seguimos para arriba. Llevamos un paso tranquilo y nos paramos a descansar cada poco. Menos mal. De momento voy muy bien. Vamos siguiendo las huellas que hay del día anterior. Se van combinando trozos empinados con trozos mas suaves. Pronto el terreno se empina mas y mas, hasta el punto que tengo que clavar la punta del piolet para avanzar.Tenemos que pasar por encima de alguna grieta cuyo fondo no se ve. Un salto de fe. Menos mal que es de noche y no se aprecia lo que hay por debajo. Después de pasar este trozo, el guía nos hace sacar el otro piolet y nos dice que ahora viene lo serio ¿¡Y esto que era!?
Pues si que tenia razón. Pronto se empina mucho mas que antes hasta el punto de tener que avanzar como cuando escalábamos en hielo. Al principio vamos sin asegurar. Yo pienso que si nos caemos uno, vamos todos para abajo. Con esta pendiente no se como frenaríamos. Al rato empezamos a montar largos para asegurarnos. Montamos reunión y sube Rusbel. El monta otra y nosotros quitamos la estaca de nieve en la que estamos y el nos asegura en la subida. La pendiente debe de estar, en algunos trozos al 60-70%. A nuestros pies se abre un pozo insondable de oscuridad. Solo veo por debajo de mí, la luz del búlgaro y eso me hace darme cuenta de lo empinado que esta esto. Por mucho que nos aseguren no puedo dejar de pensar que solo estamos sujetos por una estaca a la nieve. Mas abajo se ven otros frontales. No somos los únicos que estamos subiendo.
En total hemos montado 5 reuniones dos de ellas de 60 metros, las otras mas cortas. La primera de 60 metros se me ha hecho muy larga. Hasta que hemos empezado a montar reuniones he ido bien pero el tener que escalar me acelera fuertemente la respiración, y encima no me puedo para a descansar hasta que se acaba el largo. Estamos a dos largos de la cima cuando amanece. Poco a poco se van recortando los picos en el horizonte y la luz se refleja en sus cumbres nevadas. Un espectáculo magnifico. El termómetro marca -5 grados y en las reuniones me quedo frío. Ya hace rato que casi no siento los pies.
Ya podemos acariciar la cima. Llego al ultimo largo muy cansado pero parece que no queden mas de 20-25 metros de largo. Aseguramos a Rusbel y empieza a subir. Llega a donde parece que se acaba y allí lo perdemos de vista. Yo suspiro pensando que ya esta pero la cuerda sigue sin detenerse, 40 metros, 50, 60. Uff toda la cuerda, un largo de 60 metros me aguarda. Me quedo mirando con cara de tonto preguntándome como voy a ser capaz de subir ese largo. Retroceder no es una opción y menos a nada de la cima. Empiezo a escalar con resignación. Los pies me están fallando. Hay que sujetarse con poco mas que las puntas y tenerlos a 90 grados para que no se salgan. Después de todos los largos llevo los gemelos muy cargados. La corazón me va a 1000 y parece que me vaya a estallar y la respiración a tope. Menos mal que los brazos me aguantan, porque de vez en cuando, se me escapa algún pie que no lo he apoyado firmemente. A los 30 metros se suaviza un poco y paro medio minuto a coger aire, que falta me hace. Aunque no puedo mucho rato porque me empiezan a temblar los pies. Al final consigo llegar. ¡¡Tengo la cima a nada!! Se acabaron los largos. ¡¡Por fin!! Esperamos a que llegue Dimiter y nos dirigimos tranquilamente a la cima. Una pequeña subida y ¡¡¡¡CUMBREEEEE!!!! Lo conseguí. Cinco horas de sufrimiento pero aquí estamos. Ahora a disfrutar de las vistas.... por un minuto. Se cierran las nubes a nuestro alrededor y ya no vemos nada. Casi no nos ha dado tiempo ni de hacernos fotos en la cumbre. Los picos de detrás ni los he visto.
Al poco llega el grupo que teníamos detrás. Estos si que no han visto nada en la cumbre. Nos juntamos para la bajada, para ir mas rápido. Al juntar las cuerdas de ambos grupos, podemos rapelar mas trozo. A trozos rapelamos y otras destrepamos asegurados. Ellos son de Venezuela y también van tres, dos chicos y una chica. El tiempo esta cada vez peor. Por fin conseguimos dejar atrás el trozo difícil. Ahora ya solo es andar. El sol no asoma por ningún lado y se pone a medio nevar medio granizar. llegamos al final del glaciar y tras superar con cuidado el trozo de hielo, nos podemos quitar el equipamiento. Al poco estamos en el campo base.
Sigue nevando y no tiene pinta de parar. Que mala suerte que ha hecho el peor día de todos los que hemos estado aquí. Otros días también ha nevado pero paraba enseguida y de vez en cuando se despejaba y dejaba ver el paisaje. Hoy nada de nada. Como hace mal tiempo, no descansamos y en una hora tenemos todo recogido y listo para marchar. Ahora viene para mi lo mas duro. A la subida no se me hizo tan largo. Es un sube y baja continuo aunque al final salen 200 metros de desnivel de bajada. Simplemente no puedo. Las piernas no las tengo cansadas pero a la mas mínima subida, el corazón se acelera muchísimo y me falta el aire. Tengo que parar cada muy poco a recuperar la frecuencia cardíaca y el aliento. Dios, esto no se acaba nunca. Detrás de una subida otra y no atisbo el final. Rusbel me va esperando y me coge la tienda de campaña. Detrás de una loma otra y otra y la carretera que no se ve. Después de lo que a mi me parece una eternidad por fin aparece el minibus. Aun quedan varias horas hasta Huaraz mientras voy rememorando los acontecimientos del día.
Hoy es el gran día ¡comienza la ascensión! Nos despiertan a las dos de la mañana y después de un desayuno frugal y un mate de coca para calentarnos, empezamos la ascensión. Hace bastante frío y como precaución me he puesto todas las camisetas que tengo. Encendemos los frontales y empezamos a andar. En cuanto llegamos al glaciar, nos ponemos la equipación completa y nos encordamos. Como a mi casi no me cabe el arnés y no me lo puedo poner por encima de la cazadora, seria muy incomodo encordarme al principio o al final , así que yo voy en medio,que solo me tengo que sujetar la cuerda con un mosquetón al arnés. El primero va Rusbel, el guía y el ultimo Dimiter.
Pasamos el primer trozo de hielo con mucho cuidado y seguimos para arriba. Llevamos un paso tranquilo y nos paramos a descansar cada poco. Menos mal. De momento voy muy bien. Vamos siguiendo las huellas que hay del día anterior. Se van combinando trozos empinados con trozos mas suaves. Pronto el terreno se empina mas y mas, hasta el punto que tengo que clavar la punta del piolet para avanzar.Tenemos que pasar por encima de alguna grieta cuyo fondo no se ve. Un salto de fe. Menos mal que es de noche y no se aprecia lo que hay por debajo. Después de pasar este trozo, el guía nos hace sacar el otro piolet y nos dice que ahora viene lo serio ¿¡Y esto que era!?
HUASCARAN, EL PICO MAS ALTO DE PERU
EL PISCO Y LAGUNA DE LLANGANUCO
Pues si que tenia razón. Pronto se empina mucho mas que antes hasta el punto de tener que avanzar como cuando escalábamos en hielo. Al principio vamos sin asegurar. Yo pienso que si nos caemos uno, vamos todos para abajo. Con esta pendiente no se como frenaríamos. Al rato empezamos a montar largos para asegurarnos. Montamos reunión y sube Rusbel. El monta otra y nosotros quitamos la estaca de nieve en la que estamos y el nos asegura en la subida. La pendiente debe de estar, en algunos trozos al 60-70%. A nuestros pies se abre un pozo insondable de oscuridad. Solo veo por debajo de mí, la luz del búlgaro y eso me hace darme cuenta de lo empinado que esta esto. Por mucho que nos aseguren no puedo dejar de pensar que solo estamos sujetos por una estaca a la nieve. Mas abajo se ven otros frontales. No somos los únicos que estamos subiendo.
CHACRARAJU Y PISCO
PENULTIMO LARGO
En total hemos montado 5 reuniones dos de ellas de 60 metros, las otras mas cortas. La primera de 60 metros se me ha hecho muy larga. Hasta que hemos empezado a montar reuniones he ido bien pero el tener que escalar me acelera fuertemente la respiración, y encima no me puedo para a descansar hasta que se acaba el largo. Estamos a dos largos de la cima cuando amanece. Poco a poco se van recortando los picos en el horizonte y la luz se refleja en sus cumbres nevadas. Un espectáculo magnifico. El termómetro marca -5 grados y en las reuniones me quedo frío. Ya hace rato que casi no siento los pies.
Ya podemos acariciar la cima. Llego al ultimo largo muy cansado pero parece que no queden mas de 20-25 metros de largo. Aseguramos a Rusbel y empieza a subir. Llega a donde parece que se acaba y allí lo perdemos de vista. Yo suspiro pensando que ya esta pero la cuerda sigue sin detenerse, 40 metros, 50, 60. Uff toda la cuerda, un largo de 60 metros me aguarda. Me quedo mirando con cara de tonto preguntándome como voy a ser capaz de subir ese largo. Retroceder no es una opción y menos a nada de la cima. Empiezo a escalar con resignación. Los pies me están fallando. Hay que sujetarse con poco mas que las puntas y tenerlos a 90 grados para que no se salgan. Después de todos los largos llevo los gemelos muy cargados. La corazón me va a 1000 y parece que me vaya a estallar y la respiración a tope. Menos mal que los brazos me aguantan, porque de vez en cuando, se me escapa algún pie que no lo he apoyado firmemente. A los 30 metros se suaviza un poco y paro medio minuto a coger aire, que falta me hace. Aunque no puedo mucho rato porque me empiezan a temblar los pies. Al final consigo llegar. ¡¡Tengo la cima a nada!! Se acabaron los largos. ¡¡Por fin!! Esperamos a que llegue Dimiter y nos dirigimos tranquilamente a la cima. Una pequeña subida y ¡¡¡¡CUMBREEEEE!!!! Lo conseguí. Cinco horas de sufrimiento pero aquí estamos. Ahora a disfrutar de las vistas.... por un minuto. Se cierran las nubes a nuestro alrededor y ya no vemos nada. Casi no nos ha dado tiempo ni de hacernos fotos en la cumbre. Los picos de detrás ni los he visto.
CUMBRE CON EL HUASCARAN DE FONDO
CUMBRE
Al poco llega el grupo que teníamos detrás. Estos si que no han visto nada en la cumbre. Nos juntamos para la bajada, para ir mas rápido. Al juntar las cuerdas de ambos grupos, podemos rapelar mas trozo. A trozos rapelamos y otras destrepamos asegurados. Ellos son de Venezuela y también van tres, dos chicos y una chica. El tiempo esta cada vez peor. Por fin conseguimos dejar atrás el trozo difícil. Ahora ya solo es andar. El sol no asoma por ningún lado y se pone a medio nevar medio granizar. llegamos al final del glaciar y tras superar con cuidado el trozo de hielo, nos podemos quitar el equipamiento. Al poco estamos en el campo base.
Sigue nevando y no tiene pinta de parar. Que mala suerte que ha hecho el peor día de todos los que hemos estado aquí. Otros días también ha nevado pero paraba enseguida y de vez en cuando se despejaba y dejaba ver el paisaje. Hoy nada de nada. Como hace mal tiempo, no descansamos y en una hora tenemos todo recogido y listo para marchar. Ahora viene para mi lo mas duro. A la subida no se me hizo tan largo. Es un sube y baja continuo aunque al final salen 200 metros de desnivel de bajada. Simplemente no puedo. Las piernas no las tengo cansadas pero a la mas mínima subida, el corazón se acelera muchísimo y me falta el aire. Tengo que parar cada muy poco a recuperar la frecuencia cardíaca y el aliento. Dios, esto no se acaba nunca. Detrás de una subida otra y no atisbo el final. Rusbel me va esperando y me coge la tienda de campaña. Detrás de una loma otra y otra y la carretera que no se ve. Después de lo que a mi me parece una eternidad por fin aparece el minibus. Aun quedan varias horas hasta Huaraz mientras voy rememorando los acontecimientos del día.