17-12-2001
Voy a contar una serie de anécdotas que me pasaron hace años en un viaje a Ecuador. Esto es de lo mas fuerte que me ha pasado en un viaje. Aun hoy me parece como de película. Los hechos ocurrieron yendo de lago Agrio a Baños. Volvía de la selva en autobús en un largo trayecto nocturno. A mitad de noche nos paran en un control militar y registran el autobús y los equipajes. Al rato nos dejan seguir. Mas tarde, estando yo en un estado de adormecimiento, se levanta un chaval que esta en el asiento de delante de mi y exclama:
-Esto es un asalto, la plata.- para, a continuación, efectuar dos disparos al aire. Menudo susto y menuda forma de despertar a uno.
Yo llevo encima una mochila de mano con una cámara buena, gafas de montaña, un altímetro etc. cosas de bastante valor. En cuanto oigo eso, tiro la mochila al suelo y le pego una patada debajo del asiento. Van tres atracadores en total. Uno va recorriendo el pasillo y pidiendo la plata (el dinero) a la gente y cerrando las cortinas del bus. Un hombre no le quiere dar nada y lo emprende a culatazos con la pistola. Tiene suerte que no le peguen un tiro, que aquí no se puede enredar. Yo le doy un monedero en el que llevo unos pocos dolares. En contra de mis esperanzas de que cogieran el dinero de la gente y se fueran, desvían el autobús por un camino y allí nos paran. Nos hacen descalzarnos y bajar del autobús. Conforme baja la gente, un hombre sentado en el primer asiento del bus y con una pistola, los van cacheando. Yo bajo de los últimos.
-¿Que llevas aquí?- dice refiriéndose a una bolsa de las que se ponen en los riñones, por debajo de la ropa, para que no te roben
- Nada- respondo- solo unos papeles.
Me los hace sacar. Llevo una tarjeta de crédito, dinero, el pasaporte, el billete de avión, y algunas otras cosas . Llevo las cosas en varios paquetes. Primero le doy el pasaporte. Lo abre, lo mira y me espeta:
-Español ¿no?
-Si- contesto
- A mi los españoles me metieron en la cárcel- Me dice.
Uff, mal empezamos. Le contesto que yo no tengo la culpa. Me lo devuelve y le doy los papeles de las vacunas, me lo devuelve y le doy otro de papeles sin importancia. Luego cuando me lo devuelve, le vuelvo a dar el mismo del principio y no se da ni cuenta. Vamos que le intento escamotear el que esta la tarjeta de crédito y el dinero. Si me roban la tarjeta la situación seria horrorosa, sin dinero ni tarjeta haber que hago.
En esto que le digo:
-No me quites el billete- Refiriéndome al billete de avión, que en esos tiempos no era electrónico y perderlo era una putada.
-¡¡Que no te quite que !!- exclama poniéndose de pie de un brinco y poniéndome la pistola en la cabeza.
- El billete de avión , que a ti no te vale para nada- le contesto. Inexplicablemente me dice -A, vale- y se sienta tranquilamente.
Justo pasa un de ellos por la puerta del autobús y le dice que me registre el. Me bajo y el otro no se ha enterado de nada , así que disimuladamente me meto las cosas al bolsillo y me voy donde esta el resto de la gente, osea tumbados en el suelo con las manos detrás de la cabeza. Uff ya respiro mas tranquilo teniendo la tarjeta de crédito y el pasaporte en el bolsillo. Me doy cuenta que hay otro autobús y cuatro atracadores mas. Osea que lo tenían todo bien preparado.
Aquí afuera hace frío y como dentro del autobús llevábamos la calefacción, vamos todos en manga corta y para colmo esta llovizneando un poco. Con los nervios, menudas ganas de mear. A un grupo de mujeres les dejan mear pero los hombre a aguantarnos. Cuando acaban de revisarlo todo, nos dicen que al que se levante antes de un cuarto de hora le pegan un tiro. En cuanto se van nos levantamos. Subo al bus a ver que ha sido de mi mochila aunque sin esperanzas de encontrarla. Miro debajo de mi asiento y ¡¡Esta!!. La cojo y veo que pesa. Inexplicablemente no la han visto. Y digo inexplicablemente porque las botas si que me las han registrado por dentro y están pegadas a la mochila. Incluso han rajado el asiento por si había escondido dinero en las fundas. Menuda alegría me doy. Luego bajo a ver que a sido de la mochila grande. Al acercarme al maletero del bus veo una cazadora roja. Es mi cazadora de gore tex. No me lo puedo creer. Localizo la mochila. Me han vaciado la mochila entera menos los dos bolsillos laterales. Increíble la suerte que he tenido porque en un bolsillo llevaba mas dinero y otra tarjeta de crédito.
Al final me han robado 40 dolares y un reloj casio de los malos. Hablando con la gente a uno le han robado 200 relojes. Otro estaba acojonado porque llevaba 6000 dolares cosidos en el dobladillo del pantalón. Otro dice que su mujer ha salvado el dinero metiéndoselo en la vagina. La gente tiene recursos para todo.
Han pinchado una rueda de cada autobús. Los otros lo arreglan pronto y se van. A nuestro conductor la cuesta un verano.
En Baños voy a denunciarlo y me dicen que si es para el seguro. Le digo que no y me contesta que entonces para que denuncio
-¿Porque me han robado?- le contesto. Por su actitud ya veo que no vale de nada denunciar.
Os pongo dos fotos de la denuncia que hice.