04-06-2016
Comienza una nueva aventura del grupo pipistrellus. Hoy toca ir a pasar el día a la sima de San Pedro, en la localidad de Oliete. Miramos el cielo con preocupación pues han dado lluvias todo el día. Lo cubren algunas nubes pero de momento parece que vamos a tener suerte y nos va a respetar la lluvia.
La sima de San Pedro es única en Europa. Tiene una boca de unos 80 metros de diámetro y 90 de profundidad. El fondo de la sima esta ocupado por un lago de 22 metros de profundidad. El agua esta muy sucia por estar estancada y por los excrementos de las especies que habitan en la sima. Sale un ligero tufillo que inunda nuestras fosas nasales. En la sima habitan gran cantidad de especies, unas 25 entre mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Lo mas peculiar de todo son las aves. Al amanecer salen de la sima por especies en un orden determinado y al anochecer vuelven a la sima en orden inverso. Dicen que es todo un espectáculo.
En una orilla de la sima hay una plataforma metálica que es donde montamos las dos cuerdas por las que vamos a descender. Desde aquí impresiona bastaste, sobre todo cuando hay que dar el paso al otro lado de la barandilla. Bajar 95 metros de rapel se hace largo. Hay que bajar despacio para que no se caliente excesivamente la cuerda. La bajada se acaba justo al lado del lago de aguas negras. Menos mal porque no apetece meterse en esas oscuras y sucias aguas. Levantar la vista hacia arriba hace que me quede muy impresionado por las dimensiones de la sima. La quietud del lago y el sonido de los pájaros me hace entrar en un estado de paz y relajación mientras espero que baje mas gente. Poco a poco van llegando. Estando sentados en una ladera, saca Mariano el bote estanco y lo deja apoyado en el suelo. Clank, clank, clank, chof. El bote se va rodando hasta el lago. Afortunadamente se ha quedado a un par de metros de la orilla y no se ha ido hacia el centro. ¡Cualquiera se mete a cogerlo! Agarra Manolo una rama de higuera y con paciencia y provocando una corriente con ella, consigue atraerlo y cogerlo.
Después de que llegan todos toca lo mas duro; subir. Empiezo yo con Hector. La cuerda se estira tanto que hay que recoger varios metros antes de que se tense lo suficiente para poder subir. La cuerda chiclea una barbaridad. Y hay veces que tengo la sensación de no avanzar. Subo el puño y al hacer fuerza en la pedaleta, en vez de subir yo, baja la cuerda. Es una sensación muy rara. Desde fuera me han dicho de daba la impresión de que estaba haciendo los gestos de subir pero sin moverme del sitio, como en los sueños que corres y no avanzas. Tanto chicleo arriba y abajo acaban mareandome. Poco a poco se van reduciendo las distancias a la plataforma. Los metros se hacen largos y ponemos a prueba nuestros pulmones y piernas. ¡Al fin arriba! Por lo menos estamos teniendo suerte con el tiempo. No hace mucha calor, lo que provocaría que la subida fuera un infierno, y solo llueve unos pocos minutos.
Poco a poco va subiendo la gente. Van viniendo visitantes a la sima. Primero vienen varias familias con un montón de críos que aplauden cuando ven aparecer a Rafa por la barandilla. Luego vienen un grupo de abuelos. Las abuelas vitorean a las chicas que están subiendo.
- ¡Animo!¡ Las chicas al poder!- gritan mientras les dan ánimos
Las recibimos arriba con un fuerte aplauso.
Foto: Miguel Ángel
Han llegado otros dos abuelos que son peores que los críos. Habiendo gente abajo se ponen a lanzar piedras al lago.
Ya solo que da Miguel Ángel por subir.Estamos asomados a la barandilla cuando de repente le oímos gritar a Eva:
- !Venga moñas¡
Nos quedamos todos callados mirándonos asombrados porque no nos lo esperábamos nadie
-¡Maricón el último!- grita a continuación Isabel sin darnos tiempo a recuperarnos de la sorpresa.
Aunque luego lo nieguen les oímos todos jajaja
Ha sacado Fernando una cervezas y cuando a Miguel Ángel le quedan pocos metros, le preguntan si quiere. Se la lanzan a ver si le atinan en la boca. Coge una Isa y en vez de lanzasela poco a poco se la vuelca entera. Le pone el mono en perdición.
Ya por fin todos estamos arriba. Estamos en los coches y aparece Miguel Ángel con el mono totalmente abierto y con unos calzoncillos fluorescentes. ¡Menudas pintas! Los dos abuelos están un poco retirados y les oímos decir entre ellos, pero un poco fuerte para que les oyéramos:
- ¡¡Oye, pero aquí cuando se folla!!
Después de la sima nos vamos a Oliete a comer. El del bar nos deja llevar nuestra comida a la terraza si le cogemos la consumición. Se esta de vicio. Tienen un horno exterior que me parece que la próxima vez que vengamos habrá que reservar para probarlo
Comienza una nueva aventura del grupo pipistrellus. Hoy toca ir a pasar el día a la sima de San Pedro, en la localidad de Oliete. Miramos el cielo con preocupación pues han dado lluvias todo el día. Lo cubren algunas nubes pero de momento parece que vamos a tener suerte y nos va a respetar la lluvia.
La sima de San Pedro es única en Europa. Tiene una boca de unos 80 metros de diámetro y 90 de profundidad. El fondo de la sima esta ocupado por un lago de 22 metros de profundidad. El agua esta muy sucia por estar estancada y por los excrementos de las especies que habitan en la sima. Sale un ligero tufillo que inunda nuestras fosas nasales. En la sima habitan gran cantidad de especies, unas 25 entre mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Lo mas peculiar de todo son las aves. Al amanecer salen de la sima por especies en un orden determinado y al anochecer vuelven a la sima en orden inverso. Dicen que es todo un espectáculo.
foto: Migue Ángel
En una orilla de la sima hay una plataforma metálica que es donde montamos las dos cuerdas por las que vamos a descender. Desde aquí impresiona bastaste, sobre todo cuando hay que dar el paso al otro lado de la barandilla. Bajar 95 metros de rapel se hace largo. Hay que bajar despacio para que no se caliente excesivamente la cuerda. La bajada se acaba justo al lado del lago de aguas negras. Menos mal porque no apetece meterse en esas oscuras y sucias aguas. Levantar la vista hacia arriba hace que me quede muy impresionado por las dimensiones de la sima. La quietud del lago y el sonido de los pájaros me hace entrar en un estado de paz y relajación mientras espero que baje mas gente. Poco a poco van llegando. Estando sentados en una ladera, saca Mariano el bote estanco y lo deja apoyado en el suelo. Clank, clank, clank, chof. El bote se va rodando hasta el lago. Afortunadamente se ha quedado a un par de metros de la orilla y no se ha ido hacia el centro. ¡Cualquiera se mete a cogerlo! Agarra Manolo una rama de higuera y con paciencia y provocando una corriente con ella, consigue atraerlo y cogerlo.
Después de que llegan todos toca lo mas duro; subir. Empiezo yo con Hector. La cuerda se estira tanto que hay que recoger varios metros antes de que se tense lo suficiente para poder subir. La cuerda chiclea una barbaridad. Y hay veces que tengo la sensación de no avanzar. Subo el puño y al hacer fuerza en la pedaleta, en vez de subir yo, baja la cuerda. Es una sensación muy rara. Desde fuera me han dicho de daba la impresión de que estaba haciendo los gestos de subir pero sin moverme del sitio, como en los sueños que corres y no avanzas. Tanto chicleo arriba y abajo acaban mareandome. Poco a poco se van reduciendo las distancias a la plataforma. Los metros se hacen largos y ponemos a prueba nuestros pulmones y piernas. ¡Al fin arriba! Por lo menos estamos teniendo suerte con el tiempo. No hace mucha calor, lo que provocaría que la subida fuera un infierno, y solo llueve unos pocos minutos.
Poco a poco va subiendo la gente. Van viniendo visitantes a la sima. Primero vienen varias familias con un montón de críos que aplauden cuando ven aparecer a Rafa por la barandilla. Luego vienen un grupo de abuelos. Las abuelas vitorean a las chicas que están subiendo.
- ¡Animo!¡ Las chicas al poder!- gritan mientras les dan ánimos
Las recibimos arriba con un fuerte aplauso.
Foto: Miguel Ángel
Han llegado otros dos abuelos que son peores que los críos. Habiendo gente abajo se ponen a lanzar piedras al lago.
Ya solo que da Miguel Ángel por subir.Estamos asomados a la barandilla cuando de repente le oímos gritar a Eva:
- !Venga moñas¡
Nos quedamos todos callados mirándonos asombrados porque no nos lo esperábamos nadie
-¡Maricón el último!- grita a continuación Isabel sin darnos tiempo a recuperarnos de la sorpresa.
Aunque luego lo nieguen les oímos todos jajaja
Ha sacado Fernando una cervezas y cuando a Miguel Ángel le quedan pocos metros, le preguntan si quiere. Se la lanzan a ver si le atinan en la boca. Coge una Isa y en vez de lanzasela poco a poco se la vuelca entera. Le pone el mono en perdición.
Ya por fin todos estamos arriba. Estamos en los coches y aparece Miguel Ángel con el mono totalmente abierto y con unos calzoncillos fluorescentes. ¡Menudas pintas! Los dos abuelos están un poco retirados y les oímos decir entre ellos, pero un poco fuerte para que les oyéramos:
- ¡¡Oye, pero aquí cuando se folla!!
Después de la sima nos vamos a Oliete a comer. El del bar nos deja llevar nuestra comida a la terraza si le cogemos la consumición. Se esta de vicio. Tienen un horno exterior que me parece que la próxima vez que vengamos habrá que reservar para probarlo