De Edimburgo queremos ir a Fort William en autobús para empezar a pedalear desde allí. Otra vez problemas con las bicis, no nos las quieren dejar meter en el bus. Al final los convencemos. Montamos las bicis enfrente de un supermercado, bajo la mirada de la gente que va pasando. De repente me entra una duda. ¿He cogido las piquetas de la tienda de campaña? Pues no, menos mal que me he dado cuenta. Entramos a una tienda de pesca y parece de deportes y encontramos una cubeta llena de piquetas. Encima tenemos suerte que las venden sueltas, eso aparte de la suerte de que vendan allí.
Nos paramos en una explanada de hierba, al lado del lago Loch, a echarnos la siesta. De pronto me doy cuenta de que ahí tumbado soy feliz. Sin preocupaciones, sin prisas, disfrutando de la vida con una sensación de libertad que no he tenido nunca. Me podría pasar años así. La libertad que te da viajar en bici es muy grande. Lo recomiendo para quien no lo haya probado. Los paisajes de Escocia son muy verdes, todo pradera y bosques. Muy bonito, lo malo es la humedad y la lluvia, que esta lloviendo a todas horas.
Pasamos por el famoso lago Ness. Es muy largo pero muyyy estrecho. Yo me lo imaginaba mas grande. Al monstruo ni verlo, por supuesto, Aunque había unas piedras, que depende como les hicieras la foto, casi daban el pego. Llegamos a un pueblo llamado Achanalt un poco tarde y justo estaban cerrando los supermercados. Tenemos que coger agua de unos baños de una gasolinera que también estaba cerrada. Sale un agua amarilla que no invita a beber precisamente. Le echamos unas pastillas potabilizadoras por si acaso.
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