12-03-2017
Nos preparamos y como somos muchos nos vamos yendo hacia la
ferrata. Hay unos muy pequeños tramos al principio que se pueden evitar si no
te apetece hacerlos. La mayor parte de la ferrata discurre cerca del suelo por
lo que es fácil hacer una evacuación si fuera necesario. El día está muy
nublado y al poco de comenzar se pone a llover. La ferrata está considerada un
K4 pero con la lluvia las paredes resbalan, lo que aumenta su dificultad.Al poco de comenzar la ferrata entra en un magnifico cañón
que hace las delicias de los ferrateros. Las dificultades se suceden. Casi no
hay apoyos para los pies y hay que tirar mucho de brazos para pasar a lo largo
de los tramos horizontales equipados con cadenas. Es una ferrata básicamente de
fuerza donde pondremos a prueba la resistencia de nuestros brazos. Cruzamos
varios puentes tibetanos y proseguimos por las cadenas.
El tramo tres, que es bastante corto, empieza con buenos
apoyos de manos y pies, lo cual es de agradecer. Al final del tramo los apoyos
desaparecen y da paso a una larga cadena horizontal. Aquí se caen dos chicas.
Las fuerza van muy justas y les fallan a mitad de la cadena. Yo solo veo caer a
Tere y me da un vuelco el corazón. Es la primera vez que veo disipar a alguien
en una ferrata. Afortunadamente no se hacen daño y pueden continuar después del
susto. Al final del tramo tres hay una tirolina opcional. La gente que es la
primera vez que se tiran por una, se lo pasan pipa. Ha empezado a llover mas
fuerte por lo que algunos nos vamos directamente al tramo cuarto de la ferrata.
Las paredes están cada vez mas mojadas y los resbalones son
continuos lo que dificulta bastante la progresión. Este tramo también es corto.
Tras unos pequeños percances mas, por fin alcanzamos el puente, que da lugar al
final de la ferrata y corriendo a los coches que ya jarrea con ganas.
A comer y recoger todo. Ha sido un fin de semana estupendo y
me lo he pasado en grande. Mañana mucha gente se va a acordar cuando les duela
todo el cuerpo.
Después de pasarnos doce horas de actividad no nos apetece
mucho la fiesta por lo que nos lo tomamos con más calma que el día anterior.
Aun así algunos nos fuimos a dormir sobre las dos de la mañana. Y al día
siguiente a las ocho arriba. Cuesta mover a tanta gente y entre desayunar y
prepararnos se nos hacen más de las diez. Hoy nos toca la ferrata de las
pasarelas de espeja, en la localidad de Espeja de san Marcelino.
Es la primera ferrata de mucha gente y el nivel es excesivo
por lo que hay gente que abandona en la entrada del tramo tres. Antes del paso
clave de la ferrata, “el paso del Alberto”, hay un escape por si a alguien se
le han acabado las fuerzas.
LA CAIDA
LA TIROLINA
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