13-02-2016
Mi primera salida barranquera con el club de pirineos. El día es esplendido, parece mas que sea primavera que pleno invierno. Este barranco es lo que se podía considerar una de las joyas escondidas del prepirineo. Yo no lo conocía y me ha encantado.
Desde Barbastro coger dirección a Graus y Benabarre y entre el kilómetro 16 y 17 aparcaremos en un lado de la carretera en la que se ensancha el arcén. Hay lineas amarillas pintadas de prohibido aparcar pero no ocupan todo el ancho. Hay que procurar no pisarlas para no tener una "sorpresa" a la vuelta.
Dejamos un coche aquí y los otros dos los llevamos a la salida del barranco. Pasamos un túnel y justo antes de pasar otro, a mano izquierda, hay un pequeño sitio para dejar tres coches. Justo enfrente acaba el barranco. Tres quebrantahuesos nos reciben con su majestuoso vuelo sobre nuestras cabezas.
El rapel mas alto tiene 30 metros y es espectacular, muy colorido y muy limpio. Los dos rapeles encadenados del final de unos 20 metros también son un gozo a la vista. Afortunadamente corre un hilillo de agua que hace que las pozas no estén estancadas ni putrefactas. Hay una poza que llega hasta el cuello y el agua esta helada. ¡Pensaba que cubría menos y no la he evitado! Del barranco se sale por medio de una pequeña vía ferrata que nos sube, a mano derecha, a la carretera.
Mi primera salida barranquera con el club de pirineos. El día es esplendido, parece mas que sea primavera que pleno invierno. Este barranco es lo que se podía considerar una de las joyas escondidas del prepirineo. Yo no lo conocía y me ha encantado.
Desde Barbastro coger dirección a Graus y Benabarre y entre el kilómetro 16 y 17 aparcaremos en un lado de la carretera en la que se ensancha el arcén. Hay lineas amarillas pintadas de prohibido aparcar pero no ocupan todo el ancho. Hay que procurar no pisarlas para no tener una "sorpresa" a la vuelta.
Dejamos un coche aquí y los otros dos los llevamos a la salida del barranco. Pasamos un túnel y justo antes de pasar otro, a mano izquierda, hay un pequeño sitio para dejar tres coches. Justo enfrente acaba el barranco. Tres quebrantahuesos nos reciben con su majestuoso vuelo sobre nuestras cabezas.
El rapel mas alto tiene 30 metros y es espectacular, muy colorido y muy limpio. Los dos rapeles encadenados del final de unos 20 metros también son un gozo a la vista. Afortunadamente corre un hilillo de agua que hace que las pozas no estén estancadas ni putrefactas. Hay una poza que llega hasta el cuello y el agua esta helada. ¡Pensaba que cubría menos y no la he evitado! Del barranco se sale por medio de una pequeña vía ferrata que nos sube, a mano derecha, a la carretera.
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