28-03-2015
Un día estupendo para hacer este barranco, con el agua corriendo por sus pozas y un agua de un color verde esmeralda gracias al sol reflejado en ellas. Tienen un color precioso que invitan a meterse en ellas aunque, la verdad, es que están heladas.
Al llegar a Sieste hay un desvío. Cogeremos el de la derecha pasando por casa Matias hasta llegar a una explanada con una señal que prohíbe continuar a vehículos no autorizados. Allí dejamos el coche. Seguimos un poco mas adelante y llegamos a unas pozas de un agua verde, clara y transparente. Seguimos el camino hacia el confesionario alrededor de un hora, hasta llegar a un cruce en el que hay un cartel que manda hacia el Morcat y no me acuerdo donde mas. Allí empieza el barranco.
Al poco de empezar llegamos a la cascada del coño del mundo. Ya os podéis imaginar del porque del nombre. Un característico agujero en la pared rocosa nos recuerda a, como su nombre indica, un coño. El rapel es muy bonito. Luego viene otro rapel, que es la foto de la portada del libro que llevamos, y va a parar a otra poza que es una delicia a los ojos, que no al cuerpo, porque esta helada.
Mas adelante no cruzamos con otro río que desemboca por la izquierda. Es el barranco Fondo. Seguimos un camino evidente y después de una corta pero exigente subida si no te has quitado el neopreno, llegamos al inicio de este corto barranco. Sin muchas dificultades vamos a parar adonde hemos cogido la subida. Proseguiremos barranco abajo hasta el final, maravillandonos del color de sus aguas
Un día estupendo para hacer este barranco, con el agua corriendo por sus pozas y un agua de un color verde esmeralda gracias al sol reflejado en ellas. Tienen un color precioso que invitan a meterse en ellas aunque, la verdad, es que están heladas.
Al llegar a Sieste hay un desvío. Cogeremos el de la derecha pasando por casa Matias hasta llegar a una explanada con una señal que prohíbe continuar a vehículos no autorizados. Allí dejamos el coche. Seguimos un poco mas adelante y llegamos a unas pozas de un agua verde, clara y transparente. Seguimos el camino hacia el confesionario alrededor de un hora, hasta llegar a un cruce en el que hay un cartel que manda hacia el Morcat y no me acuerdo donde mas. Allí empieza el barranco.
Al poco de empezar llegamos a la cascada del coño del mundo. Ya os podéis imaginar del porque del nombre. Un característico agujero en la pared rocosa nos recuerda a, como su nombre indica, un coño. El rapel es muy bonito. Luego viene otro rapel, que es la foto de la portada del libro que llevamos, y va a parar a otra poza que es una delicia a los ojos, que no al cuerpo, porque esta helada.
Mas adelante no cruzamos con otro río que desemboca por la izquierda. Es el barranco Fondo. Seguimos un camino evidente y después de una corta pero exigente subida si no te has quitado el neopreno, llegamos al inicio de este corto barranco. Sin muchas dificultades vamos a parar adonde hemos cogido la subida. Proseguiremos barranco abajo hasta el final, maravillandonos del color de sus aguas
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