01-02-2017
El aeropuerto de Bombay me sorprende gratamente. Un aeropuerto moderno y bonito con piezas arqueológicas decorando sus pasillos en los que se mezcla lo antiguo y lo moderno. Parece ser que hay autobuses de aquí a la ciudad, por lo que me dirijo a la parada. Imposible. Todo está en hindi y adivina donde te deja cada uno. Me dirijo a los taxis prepago que están en otra parte del aeropuerto. Está todo muy bien señalizado por lo que se encuentra fácil. De camino a los taxis me aborda un hombre y me deja la carrera en 700 Rs hasta mi hotel. Llama por teléfono y viene un taxi y cuando me monto y le vuelvo a reiterar el precio me dice que tengo que pagar también el parking que son 200 Rs más. Me bajo directamente. No me gusta que me engañen así. Cojo el elevador al mostrador de los taxis prepago y allí me piden 1200 rupias. Ahora casi me arrepiento de haberme bajado del otro. Le digo que no y me voy a la parada de los risckwar ya un poco harto. Allí uno me dice por 600 rupias. Ummm… no sé yo. Muy barato parece eso, pero como estoy harto le digo que sí. Salimos del aeropuerto y me dice que los risckwar no pueden entrar en Bombay que va buscando un taxi. Se para cada poco a hablar con taxistas. Al final uno le dice que adelante. El se queda con doscientas y el del taxi con cuatrocientas algo nada justo porque el del riskwar apenas me ha llevado 5 minutos y el del taxi tiene que hacerse muchos kilómetros. El taxista me hace el gesto de pasarse el dedo por el cuello varias veces. Me parece que se refiere a que a esos habría que matarlos… espero que no se refiriera a mí. Bombay es la ciudad mas grande de la india y por supuesto los taxistas no se saben muchísimas calles. Este no tiene ni idea de donde esta mi hotel, pero preguntando acabamos llegando entre el caos circulatorio de la ciudad.
El aeropuerto de Bombay me sorprende gratamente. Un aeropuerto moderno y bonito con piezas arqueológicas decorando sus pasillos en los que se mezcla lo antiguo y lo moderno. Parece ser que hay autobuses de aquí a la ciudad, por lo que me dirijo a la parada. Imposible. Todo está en hindi y adivina donde te deja cada uno. Me dirijo a los taxis prepago que están en otra parte del aeropuerto. Está todo muy bien señalizado por lo que se encuentra fácil. De camino a los taxis me aborda un hombre y me deja la carrera en 700 Rs hasta mi hotel. Llama por teléfono y viene un taxi y cuando me monto y le vuelvo a reiterar el precio me dice que tengo que pagar también el parking que son 200 Rs más. Me bajo directamente. No me gusta que me engañen así. Cojo el elevador al mostrador de los taxis prepago y allí me piden 1200 rupias. Ahora casi me arrepiento de haberme bajado del otro. Le digo que no y me voy a la parada de los risckwar ya un poco harto. Allí uno me dice por 600 rupias. Ummm… no sé yo. Muy barato parece eso, pero como estoy harto le digo que sí. Salimos del aeropuerto y me dice que los risckwar no pueden entrar en Bombay que va buscando un taxi. Se para cada poco a hablar con taxistas. Al final uno le dice que adelante. El se queda con doscientas y el del taxi con cuatrocientas algo nada justo porque el del riskwar apenas me ha llevado 5 minutos y el del taxi tiene que hacerse muchos kilómetros. El taxista me hace el gesto de pasarse el dedo por el cuello varias veces. Me parece que se refiere a que a esos habría que matarlos… espero que no se refiriera a mí. Bombay es la ciudad mas grande de la india y por supuesto los taxistas no se saben muchísimas calles. Este no tiene ni idea de donde esta mi hotel, pero preguntando acabamos llegando entre el caos circulatorio de la ciudad.
Después de
descansar un poco me voy a ver la zona en la que estoy. Ya no me acordaba de
cómo es la autentica India. ¡Madre mía! Gente y más gente, olores, coches,
motos, caos, ruido, bocinazo, una autentica locura. No hay palabras para
describir tal locura. La gente se apelotona en las calles. Nadie va por la
acera. Todos por el medio de las calles, coches, gente y motos. Lo que no sé
como hacen para no golpearse ni atropellar a nadie. A los pocos minutos ya
ignoro al tráfico, los esquivo con el piloto automático o ya me esquivaran
ellos. Los bocinazos vienen de todas las direcciones por lo que no se si son
para mí, así que pronto los ignoro. Solo hay que adaptarse al ritmo de la
calle. Viene coche por el frente, un paso a un lado, por el rabillo del ojo veo
algo, paro, viene un coche y tengo un carro detrás que casi no cabemos los
tres, me pongo de lado para que pase y por un dedo no me da el retrovisor,
frena una moto que me sale de un lado, paso adelante, así todo el rato. Al poco
ya es todo instintivo. Eso sí, tanto ruido es estresante. Acaba uno con dolor
de cabeza. Lo mejor ir al hotel a relejarse a resguardo del mundanal ruido.
Parece que
estoy en un barrio musulmán, porque hay mezquitas por doquier y muchas mujeres van con la cara tapada por el velo.
Al poco rato de empezar a andar
estoy completamente perdido. He
ido intentando quedarme con los cruces y siguiendo la brújula pero en algún
momento me he equivocado de cruce y me he perdido. Sigo dando vueltas un buen
rato intentando buscar una calzada elevada que es el mejor punto de referencia.
No consigo entender como no la encuentro si tenía que haber aparecido ya. Al
final consigo dar con ella. Ya pensaba que tendría que tomar un taxi. Cuando
reserve el hotel por internet ponía buena situación pero no se a que se
referían porque de aquí no hay nada cerca y además no he visto ni un solo
turista que por algo será.
Por la tarde voy a recepción a ver si
me puede sacar un billete de autobús a Aurangabad. Los horarios no me convencen
salen todos como pronto a las siete de la tarde y a ver qué hago yo un día más
por aquí. Me manda a la estación de tren a ver si hay trenes antes. A mitad de camino, harto de tanto caos,
decido irme mañana por la noche a pesar de tener el hotel ya pagado para esa
noche, así que me voy a coger un bus. Probamos y no hay manera de que acepte el
pago de tarjeta por internet. Prueba el mozo con la suya y tampoco. Al final me
dice que pruebe en una guest house que hay cerca. No hay manera de encontrarla.
Vuelvo al hotel y le dice a un trabajador del hotel que me acompañe. El
personal del hotel muy atentos y me han ayudado en todo lo que han podido. Allí
por fin lo consigo.
Por la noche hay puestos por la calle
y está todo muy animado. Como podéis imaginar cruzar una calle principal es una
aventura. Paso adelante, dos atrás, cuida la moto y así todo el rato. Lo mejor
es parapetarte detrás de alguien que vaya a cruzar y seguir sus pasos como si
de una coreografía se tratara. La mitad de los puestos están orientados hacia
la acera pero la otra mitad ¡¡hacia la calzada!! Hay que ir por mitad de la
calle mientras los coches pasan y te esquivan. Hay muchos puestos de coloridos
saris, pulseras, collares etc… Uno me ofrece un burka para mi chica. Me acabo
comprando una cartera y un cinturón por un euro y medio cada cosa.